viernes, 24 de abril de 2009

HE VUELTO !!!!!!


Hola, amigos:

He vuelto, pero solo de momento. Gracias a la seguridad social tuve que posponer todo y posiblemente a mediados de la semana que viene vuelva a tener cita para la apertura de trasero. Ya veremos.

Vuelvo con energía renovada después de la Feria de Abril y vamos con una historia muy curiosa, relacionada con uno de los post que mas ha gustado: el de los gemelos siameses. El hombre que los llevó al estrellato se llamaba Phineas T. Barnum y su vida no tiene desperdicio.

Nacido en una familia de comerciantes de principios del siglo XIX, Barnum descubrió muy pronto que el trabajo duro no era lo suyo. Comenzó sus aventuras con una estafa de cupones de lotería y la fundación de un periódico llamado “The Herald of Freedom”, donde la veracidad de las noticias era cuanto menos cuestionable, así que no extraña nada que terminase en la cárcel. Allí tomó la decisión de convertirse en “showman”.

Gracias a su carisma y talento a la hora de mentir logró hacerse dueño de una compañía de espectáculos destartalada. Su primera adquisición fue una esclava negra ciega, a la que llamó “Joice la bicentenaria”, presentándola como a la auténtica niñera de George Washington.

Su show ambulante continuaría por todo Estados Unidos con una corte de personajes raros, unos verdaderos y otros inventados, que poco a poco le hacen cada vez mas conocido. En 1841 se hace con los gemelos siameses Chang y Eng y triunfa definitivamente.

Su circo prometía “500 mil asombros y maravillas” y tuvo un éxito tan clamoroso que le permitió dar el salto al Viejo Mundo. En Europa fue acogido como un héroe llegando a niveles de fama dignos de una celebridad. Invitado personalmente por la mismísima Reina Victoria en el Palacio de Buckingham, preparó un sketch en el que un enano disfrazado de Napoleón era atacado por uno de los perritos de la Reina, y no había nada mas placentero para la aristocracia inglesa que ver al triunfante Napoleón vapuleado por un diminuto perro. Agradecidos por el espectáculo, Barnum y su compañía viajarían por toda Europa a expensas de la corona, llegando a utilizar los carruajes de algunos dignatarios hasta su regreso a Estados Unidos.

Con el paso de los años se acumularon leyendas que perduraron hasta el día de hoy como Jumbo “El elefante más grande del mundo” o los gemelos siameses. La fama que adquirió le valió para salir elegido durante más de veinte años como Diputado por Connecticut, convirtiéndose en una de las personas más afamadas del mundo del espectáculo en USA, todo ello a costa de aprovecharse de la necesidad de unos y del morbo de otros.

El 7 de Agosto de 1891, con cuatro mansiones y una fortuna gigantesca, murió Barnum con una sonrisa en su rostro que sorprendería a los concurrentes de su funeral. Unos años más tarde una estatua de bronce puro sería levantada en su honor en el Seaside Park.

Además de las típicas estafas tipo pócimas rejuvenecedoras y tónicos sexuales, tenía otras mas imaginativas:

En 1850 vendía unas hierbas que convertian en blancos a las personas de raza negra.

Compuso un esqueleto que definía claramente a una mujer con cuerpo de pez que causó una enorme histeria en la población pensando que era una sirena.

Inventó una “máquina para hacer desaparecer dinero”. Simplemente se ponía dinero dentro y la máquina cumplía su cometido.

Apadrinó a un niño enano de 5 años al que presentaría como El General Tom Pulgar, “El general más bajo del mundo”. Este personaje servía como broche de oro de la función tras salir a escena vestido de Napoleón y ser ovacionado por el público al cometer todo tipo de torpezas. Fue objeto del ataque del perrito de la Reina Victoria.

El hombre de piel azulada. Cuando murió, un médico encontró grandes cantidades de nitrato de plata en su cuerpo. Seguramente había descubierto que esto daba un tono azulado a su piel. Su anhelo por convertirse en freak fue mas fuerte que su propia vida.

La “Triste Susana”. Barnum ofrecía un premio de mil dólares a quien la hiciera reír. Lo que nunca explicó a la gente fue que la pobre Susana tenía la cara totalmente paralizada.

Entre las rarezas verdaderas tenemos una curiosa colección, aparte de los ya conocidos gemelos siameses:

El enano Tom Pouce, que medía exactamente 69 centímetros.

Yo-Yo, el hombre-perro, que en realidad se llamaba Theodore Peteroff. Era un ruso que poseía un extraordinario sistema piloso de largos pelos rubios y dóciles que cubrían todo su cuerpo, incluso hasta en párpados y en la yema de los dedos. Su pelaje era tan espeso que no era raro confundirlo con un perro grande.

La pareja de caucho Etta Lake y Jean Morris, quienes podían estirar su piel por todas partes hasta alcanzar sin ninguna dificultad veinte o treinta centímetros desde su cuerpo.

El hombre puro-hueso, Jonathan Bass. A este pobre hombre debido a una extraña enfermedad se le endurecieron poco a poco cartílagos y músculos hasta transformarse en huesos. Barnum inventó la leyenda de que poco después de su muerte su cuerpo se hizo de piedra.

El esqueleto viviente, James Coffey, que pesaba 32 kilos y medía 1,80 mts. Comía normalmente y aparentaba mantenerse perfectamente fuerte.

El monstruo sin brazos, Charles Tripp, y el monstruo sin piernas, Eli Bowen, eran exhibidos juntos. Se paseaban en un tándem en el que Bowen conducía el manubrio y Tripp pedaleaba a sus espaldas.

El “no se sabe qué”, que Barnum presentaba como un marciano o como el eslabón perdido entre el hombre y el mono, era William Jackson, nacido en 1842 en New Jersey. De espíritu amable, estaba dotado de una enorme mandíbula y de un sistema capilar que comenzaba en sus cejas.


martes, 21 de abril de 2009

EL EXPERIMENTO CON LOS PRESERVATIVOS

Hola, amigos:

Si habeis seguido el blog, sabreis que me han metido el dedo en el culo dos veces y que tengo un bultito en el "hueso cuquis". Me operan dentro de dos días y la recuperación la haré en casa de mis padres, que no tienen internet, así que estaré desconectado un mes mas o menos. Para compensaros y por petición popular voy a publicar esta historia. La mayoría la conoceis, pero parece que vuestra sordidez no tiene límites. Como profesarla es parte de lo que os convierte en mis amigos voy a concederos el deseo, aunque considero que se trata de un experimento científico y empírico en toda regla y como tal debe ser tratada esta narración.

Todo comienza cuando descubro horrorizado que hacer el amor con mi novia me llevaría a la bancarrota.

Ella no quería oir hablar del condón femenino y no se podía tomar la píldora porque se le revolvían las hormonas. Solo quedaba el uso del preservativo de toda la vida, a ser posible en cajas de 24 que tenían algo de descuento. Mientras nos veíamos los fines de semana todo iba bien, pero cuando comenzamos a vernos también entre semana descubrí que gastaba mas pasta en condones que sumando internet, teléfono móvil, butano, luz y agua.

Afortunadamente tenía una solución.

Un amigo mío trabajaba reponiendo los preservativos de las máquinas expendedoras de los bares. Son los que están relativamente próximos a caducar, les queda un año, los surten en cajas de 100 unidades y me los dejaba a mitad de precio, así que le compré una cajita un miércoles .

Ese mismo fin de semana me dejó mi novia.

Y me encontré con noventa y seis preservativos que debía gastar antes de un año.

Noventa y seis.

Mientras hacía una lista de amigos a los que surtir y rumiaba mi mala suerte caí en la cuenta de que a grandes males grandes remedios. ¿Acaso no se guarda la comida en el frigorífico para que aguante mas tiempo? ¿Acaso no se congela el caldo de pollo sobrante para degustarlo en el siguiente resfriado? ¿No se podría ampliar la longevidad de un preservativo haciendo uso de la congelación?

Me dispuse a averiguarlo con diligencia y pasión, metiendo seis unidades en el congelador.

Enseguida surgió la primera pega. Si mi sex-appeal brutal y salvaje propiciaba un encuentro amoroso inesperado, habría que proceder a la descongelación por la vía rápida. No podría argumentar eso de "mejor lo hacemos mañana, cielo. Tengo que sacar el condón la víspera sin romper la cadena de frío...".

Tenía que descongelarse bien, pero sobre todo tenía que hacerlo pronto.

La primera opción fue usar el tan socorrido microondas. No funciona. El condón se queda seco y si lo ponemos demasiado tiempo se hincha y acaba explotando, dejando un delicioso aroma de latex por toda la casa durante muchos días.

En el horno se tuesta. Se pone duro como la cara de Julián Muñoz.

Al baño maría queda muy bien, perfectamente hidratado, solo hay que convencer a la chica de que estás calentando agua para un té y procurar que no mire dentro de la cacerola. Pero tiene sus inconvenientes. No vas a estar mirando cómo se descongela mientras la chica está sola en el salón. Estás con ella jugando, mordisqueando, y al mismo tiempo mirando con el rabillo del ojo el reloj. Primero tienes que buscar una pausa para apagar el fuego y luego otra, porque hay que esperar a que se enfríe. No es práctico.

En la sartén pasa como con los chipirones. Se seca, toma la forma de un rulito la mar de curioso y volvemos a tener aroma de latex en la casa, si bien menos persistente que en el caso de la explosión en el microondas. El último condón congelado lo puse a calentar sin sacarlo de su fundita, pero no hay forma de saber cuando está en su punto. Además, en cuanto coges la sartén, la chica piensa que el sexo se hará de rogar un poco y eso solo puede paliarse con una creación de Ferrán Adriá. Cuando ve preservativo de latex en vez de una piruleta de codorniz su predisposición al sexo mengua de forma alarmante.

Dado que ninguno de los procedimientos resultó ser satisfactorio, llegué a la conclusión de el pescado congelado queda muy bien con la salsa adecuada, la carne no queda mal tampoco y el caldo parece recién hecho, pero los condones deben ser consumidos frescos como los vegetales para que mantengan su textura y propiedades. Así que si os veis en una tesitura tan triste como la mía la mejor solución es regalar unos cuantos a los colegas y gastar los que se pueda.

Recordad también que la prostitución no es un recurso válido, ya que incluyen el preservativo en la oferta.

Ya solo queda esperar a que me concedan el Premio Príncipe de Asturias de Investigación y Desarrollo mientras se me cierra el nuevo agujero del culo.

Besos a tod@s

viernes, 17 de abril de 2009

EL PATITO FEO

Hola, amigos:

Escribo este post después de una semana de emociones intensas, no todas buenas desgraciadamente, sobre todo para algunas amigas. Y quizá porque estoy sensible me he emocionado mucho con esa mujerona escocesa del concurso de talentos, fea como ella sola, con una voz de ángel que estremece. Había ojeado la noticia en la prensa de internet, pero no tengo altavoces en mi trabajo, y solo esta tarde de casualidad he oído al mismo tiempo que he visto.

Este es el link subtitulado en español para los que no sepan inglés:

http://www.youtube.com/watch?v=xQk_gz7FwnA

¿No os hace pensar? ¿Os da tanta vergüenza como a mí?

Porque en cuanto la vi pensaba que sería una mas de esas frikis de medio pelo. Vi su cara, sus cejas, sus canas, su obesidad... y me convencí automáticamente de que seria una miserable payasa.

Y cuando empezaron a preguntarle me convencí todavía mas.

Sobre todo cuando habla de sus 47 años moviendo su cadera con sentido del humor, cuando habla de su sueño de parecerse a Elain Paige, cuando habla de ser cantante profesional... tomo partido con el público y empiezo a sonreír. Luego paso a reírme abiertamente de ella cuando dice que el tema a interpretar es "I dreamed a dream" de la ópera "Los miserables".

Pero empieza a cantar... y lo hace como un ángel. Y además la letra es una bofetada en la cara de todos, empezando por mí. Esta es la traducción de la primera estrofa y el estribillo:

Erase una vez, cuando los hombres eran amables,
sus voces eran suaves
y sus palabras eran atractivas.

Erase una vez, cuando el amor era ciego,
el mundo era una canción
y la canción era apasionante.
Erase una vez en que todo se acabó

Soñé un sueño perdido en el pasado
cuando la esperanza tenia sentido y la vida valor.
Soñé que el amor no moría.
Soñé que Dios era clemente.

Con esta mujer no hemos sido amables precisamente, ni misericordiosos. Hemos olvidado que venía a cantar, y la voz no depende del aspecto. Hemos visto y juzgado antes de oírla.

¿Qué hubiese pasado si en mitad del interrogatorio previo se avergüenza y se va del escenario?

¿Qué hubiese pasado si las risitas y las burlas la ponen nerviosa y no puede cantar?

¿Cuántas veces habrá sucedido esto? ¿Cuantos sueños hemos roto por juzgar por la apariencia física?

Después de oírla, además de la vergüenza, me queda la esperanza de que a partir de ahora le demos a todo el mundo el beneficio de la duda antes de hablar.

Besos a tod@s





martes, 14 de abril de 2009

LOS CURIOSOS MORMONES

Hola, amigos:

Estoy leyendo un libro que me ha prestado una amiga. Se llama "La 27 esposa" y cuenta la historia real de una mujer mormona, casada con el líder del movimiento, que quiere divorciarse. Está situado en el siglo XIX y además de interesante es muy ilustrativo acerca de la vida y costumbres de esta curiosa secta. Hacía tiempo que quería hablaros de las divertidas andanzas de estos amigos, así que aprovecho la lectura de este libro para invitaros a conocer mejor a esta panda de tocados... por la gracia de Dios. Bienvenidos al mundo mormón.

Todo empieza mas o menos en 1820. Una agradable primavera invade los campos de Vermont, cerca de Nueva York, y Joseph Smith, de 14 años, siente la llamada de Dios. Abrumado por la cantidad de contradicciones entre las diferentes iglesias de la época decide acudir a la fuente original, así que se hace con una Biblia y comienza a empaparse de la palabra divina. Dios decide hablarle directamente y le comunica que no haga caso de ninguna enseñanza, que es el elegido para restaurar la verdadera Fe por su pureza de espíritu.

Quizá Dios ignoraba la profesión de nuestro amigo. Se dedicaba a vender sus servicios a los granjeros locales, encontrando tesoros enterrados a través del uso de magia y piedras videntes. Fue juzgado en 1826 acusado de estafa.

Hasta este momento su historia es similar a la de cualquier lider sectario de pacotilla. Lo que hace gozar mi corazón es lo que nuestro amigo Joe Smith cuenta. Una historia de lo mas singular que paso a resumiros:

Un buen dia se le aparece un ángel llamado Moroni, que le revela el emplazamiento secreto de un libro, fabricado con planchas de oro, donde se cuenta la verdadera Historia de América. En estas planchas, fechadas 344 años después de Cristo, un profeta llamado Mormón explica como una de las tribus de Israel, concretamente la que construyó la Torre de Babel , consigue llegar hasta los Estados Unidos. Esto sucede mas o menos 600 años antes del nacimiento de Jesús.

Esta tribu fue guiada por Dios a través del desierto hasta el Mar Rojo. Allí recibieron instrucciones divinas para la construcción de un barco. Usando una brújula bordearon toda Africa, atravesando el Cabo de Hornos y el Océano Atlantico desde el sur hasta el norte, llegando a Norteamérica. Allí se establecieron, bautizando el lugar como "la tierra prometida". 900 años después la tribu entra en guerra con un pueblo de lengua parecida, que los derrota en una batalla decisiva y se enteran de que se trata de otra tribu de Israel que también ha llegado al Continente Americano. Moroni pertenece al bando perdedor y compila toda la historia porque los vencedores no saben escribir.

El bando ganador tuvo el honor de recibir la visita de Jesús de Nazaret cuando resucitó entre los muertos tras su crucifixión. En el nuevo Testamento, Cristo tarda 40 días en aparecerse a los apóstoles, y la razón es que todo ese tiempo estuvo predicando en América a su tribu favorita. Entre otras cosas les dijo que aquellos que no fuesen virtuosos deberían ser expulsados de la comunidad. Dios haría que su piel se oscureciese para que no fuesen confundidos con el verdadero pueblo. Estos judios oscurecidos proliferaron y son los antepasados de los indios, que finalmente acabaron aniquilando a la tribu americana de Israel.

Todo esto estaba escrito en caracteres egipcios, por lo que el ángel Moroni ayudó a Joe con la traducción al inglés, revelándole poco después que era el hijo del profeta Mormón. Una vez que tradujo el libro, el angel se llevó con él a los cielos las planchas de oro.

Genial, ¿no os parece? Escritura egipcia, visitas de Jesus a Estados Unidos, los indios son judios impuros oscurecidos por Dios, el viaje en barco... el relato es de una sordidez deliciosa.

Tan deliciosa como peligrosa. De manera increíble e incomprensible su doctrina fue tachada de herética. Para protegerse, Smith y sus seguidores lograron un permiso de la Asamblea Legislativa del estado de Illinois para formar una milicia local, la Legión Nauvoo, que pasó a convertirse en un verdadero ejército privado. A comienzos del 1840 esta hostilidad se vio intensificada porque Smith había asumido poderes de monarca.

En 1843 tuvo una "revelación" sobre la poligamia que le abrió el paso para llegar a tener 46 esposas. Algunas habían tenido matrimonios previos mientras que otras eran jóvenes solteras. Joe convenció a su hermano para que practicara también la poligamia.

En febrero de 1844 Joseph Smith, aprovechando su fama, se postuló como candidato a la presidencia de Estados Unidos, pero los escándalos por sus numerosos adulterios públicos le llevaron a la cárcel de Cartago, Illinois, junto con su hermano. Las turbas enardecidas asaltaron la cárcel y los lincharon el 27 de junio de 1844.

Sus seguidores se fueron a lo que hoy es el Estado de Utah y allí se establecieron tras asesinar a todos los indios, como judios impuros oscurecidos que eran. Por eso no fue un genocidio, sino un acto de justicia.

Su doctrina contiene otras perlas la mar de curiosas:

Hay tres cielos. El inferior esta poblado por adúlteros, asesinos, ladrones, mentirosos y otros malhechores. El del medio contiene almas y cuerpos de los que no son mormones y de mormones que fueron deficientes en su obediencia a los mandamientos de la iglesia. El cielo superior es para los mormones devotos, que se convertirán en dioses y gobernarán sus propios universos. Estos hombres dioses procrearán billones de espíritus y los pondrán en futuros cuerpos físicos.

Practicamente nadie se quedará en el infierno para siempre. Aparte de Satanás, sus demonios y quizá media docena de pecadores notorios, toda la humanidad ira a la gloria celestial.

Los miembros de la raza negra son descendientes de Caín y llevan sobre sí la maldición.

La esclavitud es institución divina.

Los habitantes de la Luna son de estatura uniforme, visten como los cuáqueros y viven alrededor de 1000 años.

Teniendo en cuenta que las siglas en inglés de esta secta son LDS, es posible que haya que modificar el orden y pase a ser LSD, porque sin psicotrópicos potentes es imposible encontrar razones para creer en las enseñanzas de nuestro amigo Joe.

Bueno, salvo quizá el tema de la poligamia...


Besos a tod@s


viernes, 3 de abril de 2009

UNA NUEVA VICISITUD. Malditos sean los medicos...

Hola, amigos:

No sé si reuniré fuerzas suficientes para publicar este post. Tal es mi desazón y desánimo ante lo que me han hecho.

Pero se acerca la Semana Santa y no creo que vaya a publicar nada en esos días, así que quiero contaros mi última vicisitud, tan estremecedora que aún se me saltan las lágrimas.

Sabéis de mis andanzas médicas por la historia de "no hay nada peor que...", así que sobran los comentarios acerca de la simpatía que me producen los profesionales de la medicina. Creo ser de los pocos heterosexuales que no se pone cachondo ante la foto erótica de una mujer vestida de enfermera, y a partir de hoy todavía menos.

Porque, no sé como decirlo, hace unos días... he ido al médico porque tengo un bultito a la altura del hueso coxis (mi difunta abuela diría "hueso cuquis"), justo encima del ojete, como un dintel adornando una puerta trasera.

No, no es una inflamación consecuencia de haberle rendido homenaje a los griegos. Soy virgen por esa zona. Es un bultito, así que acudí al médico de cabecera.

Hora: 12:00, Consulta nº1 - decía el papelito de cita previa.

Doctora M. G. R. - decía el rótulo de la puerta.

Tenías que ponerte los gayumbos de pececitos, capullo - decía mi conciencia.

Mientras esperaba la llamada, mis reflexiones iban por buen camino. Era doctora, no doctor. Sabía que tendría que bajarme los pantalones, y prefería hacerlo delante de una mujer. Sabía que tendría que ponerme en pompa, y prefería hacerlo delante de una fémina. Sabía que tendría que dejarme tocar el culo, y prefería que me lo hiciese alguien del sexo opuesto. Por eso, cuando oí mi nombre bien pronunciado, mi ánimo no flaqueaba.

Y al abrir la puerta me encuentro con la mujer mas grande del mundo. Grande, muy grande toda ella, y muy fea también, lo que descartaba cualquier posibilidad de estímulo erótico, para mi tranquilidad.

Adelante, Miguel, siéntese - me dijo con esa boca enorme como el Arco de la Macarena- dígame que le pasa.

Sospechando su galardón de dama de honor en el concurso Fea del Universo , sólo por detrás de Teresa Fernández De la Vega, comprobé con curiosidad que, gracias a la diferencia de altura, solo podría mirarle a los ojos mientras ella permaneciera sentada y yo estuviese de pie. En el instante en que tomé asiento me sentí como Pulgarcito hablando con el oso Yogui y le conté mi problema.

Tendrá que bajarse los pantalones, darse la vuelta y apoyarse en la camilla.

Claro, doctora.

¡Vaya! ¡Qué gayumbos tan divertidos! Eso es sentido del humor.

Ejem... si.

A ver, separe las piernas... Muy bien... Ahora relájese, que le haré un tacto rectal.

De pronto recordé lo alta que era, lo grande que era, y también recordé sus manos, con esos dedos que parecían salchichones. Comencé a negarme, pero era muy lista. Utilizaba vaselina de la que no huele, así que me cogió desprevenido porque además era rápida... y me metió aquel dedo enorme como una morcilla por el mismísimo.

Qué sensación, Dios mio.

Intenté tragar saliva y no pude, no sé si la garganta se cerró por incomodidad o porque el dedo había llegado a la campanilla.

Qué forma de dilatar el esfínter. Qué dolor, la madre que me parió.

Entre lágrimas, oía sus comentarios - bien... bueno... uhum... esto ya está... - y sentí como su dedo abandonaba mi puerta de atrás con presteza. Estaba convencido de que se oiría un "pop" como cuando se descorcha una botella de cava, pero solo hubo silencio.

Mientras me subía los pantalones no pude evitar comparar un guante que estaba en la papelera con mi zapato. Eran del mismo tamaño, a pesar de que calzo un 42. Entonces volví a llorar.

Poco a poco me he autoconvencido de que no pasa nada, que no he perdido mi dignidad, pero siento una enorme desazón cada vez que pongo una caquita sin esfuerzo.

¿Habría necesitado empujarla con fuerza antes del suceso?- me pregunto.-¿será posible resistir los embates de la tortuguita habiendo dado tanto de sí la puerta trasera?

De lo primero nunca obtendré la respuesta. Lo segundo... no quiero ni pensarlo.

Besos tristes a tod@s