Hola, amigos:
"No es nada personal, son negocios". Es una frase típica que se suele adjudicar a los asesinos a sueldo y todos la hemos escuchado en una peli o una serie. Normalmente la pronuncia un tipo mal encarado, casi siempre con una cicatriz en la cara y una expresión de rutina. Con ella intenta disfrazar con cierta legitimidad un acto despreciable y minimizar su responsabilidad.
Pero no debemos olvidar que esa frase figura en el decálogo de personas reales, y la utilizan mas veces de lo que uno supone. Como el ejemplo que vamos a ver.
En 2004, en China, la revista "Actualidad empresarial" recibió un comunicado oficial del gobierno: ningún medio de información del país publicaría una sola palabra acerca del 15º aniversario de la matanza de Tian-an-men y mantendría en el mas absoluto de los secretos esta orden.
Uno de los periodistas que trabajaban en la revista, Shin Tao, decidió informar de la censura a un amigo que trabajaba en Nueva York, Hong Zesheng, en la "Fundación por Asia Democrática". Le envió un e-mail para que lo pudiese difundir y a partir de ahí todo el mundo supo de una nueva orden represiva del gobierno chino.
Shin Tao no era tonto ni mucho menos. Sabía que se encontraría en peligro en cuanto el gobierno chino investigase la filtración, así que utilizó una cuenta de correo de Yahoo, celoso guardián de la confidencialidad de sus usuarios según su propia publicidad, para evitar que lo descubriesen.
El problema es que los gobernantes tampoco eran tontos. Una vez examinaron sus propios canales de Internet sin éxito volvieron sus ojos hacia las dos únicas opciones que no controlaban directamente, Google y Yahoo, pero se encontraron con la negativa de ambos a facilitar datos confidenciales.
Creemos que Internet es una red global que solo depende de sí misma, pero no es del todo cierto, porque la información debe viajar a través de las líneas telefónicas de cada país y en el caso de una dictadura como la china, por las de alguna empresa con apariencia de ser privada pero controlada por el estado. Así que la nueva propuesta de China era la siguiente: me decís quien ha sido o prohibo a todas mis empresas de telefonía trabajar con vosotros y os quedais fuera del mayor mercado potencial del mundo.
Esto es un extracto de la nota que remitió la filial de Yahoo a las autoridades chinas como respuesta:
"Yahoo Holdings (Hong Kong) Ltd., confirma que en la dirección IP 218.76.8.201, a las 23:32:17 p.m. del 20 de abril de 2004, el usuario correspondiente se conectó con la línea de teléfono 0731-4376362 situada en el edificio de Actualidad Empresarial en Hunan; dirección: 2F, Edificio 88, Nueva Villa de Jianxiang, Disitrito de Kaifu, Changsa".
La IP correspondía a la Fundación por Asia Democrática y el teléfono a la línea del ordenador de Tao, así que no había duda del origen de la filtración. La notita de Yahoo fue la prueba que sirvió para condenar a nuestro amigo a 10 años de cárcel.
Los chinos, que seguían sin ser tontos, aprovecharon la bajada de pantalones para exigir a partir de ese momento la censura de toda la correspondencia electrónica. Y Yahoo, que recordemos es un gigante americano, viva la democracia y la libertad de expresión, decidió irse de China indignadísimo ante tamaña afrenta a la intimidad de sus usuarios.
¿He dicho se fue? Perdón, quise decir que vendió sus acciones de Yahoo China a un empresa local llamada "Alibaba" por un pastón.
¿He dicho se fue? Perdón, quise decir que se quedó camuflada, porque Yahoo compró acciones de Alibaba en la misma transacción.
Y ahora es Alibaba la que ejerce la censura en China, no Yahoo, que para eso es un gigante americano, viva la democracia y la libertad de expresión, o al menos es lo que dijo uno de los socios fundadores, Jerry Yang, cuando fue interrogado en 2007 por el Congreso americano: "Yahoo solo es un accionista minoritario, sin voz ni voto".
Pero no dijo una sola palabra de su participación en los beneficios.
A la derecha teneis al angelito.
De todas formas, el interrogatorio no fue demasiado exhaustivo, ya que se corría el riesgo de airear que Google seguía funcionando en China, censurando las páginas que le indicaba el gobierno chino y facilitando el acceso a todos los correos electrónicos que contenían "gmail" en su dirección de envío. Afortunadamente, el buscador más famoso del mundo ya se ha retirado de China, tras solo cuatro años colaborando en la represión que ejerce una dictadura contra sus ciudadanos.
Pero no es nada personal, solo son negocios. El problema es que los que han hecho esos negocios se ven a sí mismos como emblemas de la libertad de expresión y la difusión del conocimiento. Al menos eso es lo que nos quieren vender.
Besos a tod@s