viernes, 27 de marzo de 2009

LA PROSTATA QUE ACABO CON EL MAFIOSO

Hola, amigos:

A veces las personas mas ricas son las mas ratas, posiblemente por eso son ricas, y a veces esa tacañería consigue que un hombre inteligente cometa el error de su vida. Este es el caso de nuestro protagonista. Para los que no lo conozcais, Bernardo Provenzano era el gran jefe de la Cosa Nostra y fue detenido en 2006 en Sicilia.

Nació en 1933 en Corleone, el pueblo de cuyo nombre tomó Francis Ford Coppola el apellido del "Padrino" y muy pronto se dió a conocer por su eficacia y brutalidad. El 18 de Septiembre de 1963 salió de la comisaria tras ser interrogado por un asesinato y desapareció de la faz de la tierra legal, porque bajo las sombras de la mafia comenzó una brillante carrera que le conduciría hasta la jefatura de jefes mas o menos en 1980.

Supo ocultarse tan bien que solo sus mas allegados conocían el rostro del jefe. Solo cuando ordenó en 1992 los asesinatos de los jueces anti-mafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino la policía supo de la existencia de un jefe único, del que solo tenian el nombre y una fotografía de 1958 que no servía para nada 34 años después. Solamente contaban con unas descripciones muy vagas a través de dos policías que lo detuvieron en un control rutinario pero no lo reconocieron.

Recurrieron a la mas alta tecnología de escuchas, al pinchado de teléfonos, incluso al alquiler de satélites espia a Estados Unidos, pero no lograron absolutamente nada porque el sistema de comunicación de Provenzano era tan eficaz como ingenioso: daba las órdenes a traves de papelitos y nunca usaba los teléfonos por lo que su voz jamás fue grabada. Esos papelitos, llamados "pizzini", no constituian una prueba porque logicamente no iban firmados. Sin rostro, sin voz y sin nadie que lo delatase, el mafioso solo era un jubilado siciliano mas.

Bernardo Provenzano no tenía identidad en Italia, pero lo que sí tenía era una próstata que le daba problemas, así que decidió operarse. Y a pesar de que sólo en fortuna personal tenía mas de 800 millones de euros decidió hacerlo en Francia porque tenía un convenio con la sanidad italiana y la operación le saldría gratis.

En Octubre de 2005 viajó a Marsella haciendose pasar por el jubilado siciliano Gaspare Troja y allí se llevó una sorpresa: su médico era italiano, de Sicilia además. Se llamaba Attilio Manca.

Aunque el médico no tenía ni idea de a quién había operado, Provenzano no quiso dejar ningún cabo suelto así que mandó asesinar al pobre Manca, terminó su recuperación en un apartamento de la Costa Azul y a su vuelta a Sicilia pasó las facturas al gobierno regional.

Las autoridades se dieron cuenta de que se trataba de una identidad falsa, hablaron con la clínica francesa en busca de mas información y se enteraron de que el médico que había efectuado la operación había muerto en circunstancias muy extrañas. Cuando supieron que era siciliano sospecharon que podía haber algún mafioso involucrado y cuando les llegó la descripción del paciente, incluyendo su manía de ir dejando papelitos por todos lados, supieron que podía tratarse de Provenzano.

Pacientemente siguieron el rastro del capo y sus "pizzini" hasta que lo localizaron. De la misma forma que antes no podían hacer nada aunque lo tuvieran delante de sus narices, ahora contaban con los analisis de sangre que se hizo en Francia, y por lo tanto tenían su ADN. En Abril de 2006 era detenido en su casa, a 4 km de su localidad natal, Corleone, acusado del asesinato de su médico.

Hoy día está en prisión, completamente aislado en una celda, vigilado las 24 horas del día por cámaras de seguridad y posiblemente lamentando no haberse pagado una clínica privada para la operación de su próstata.

Besos a tod@s

1 comentario:

Marián dijo...

jajaja... muy bueno, si señor... si ya lo dice mi abuela, la gente es tacaña para llegar a ser los más ricos del cementerio... o de la cárcel.... en este caso....