viernes, 23 de octubre de 2009

LA BODA DE PANSINSAL

Hola, amigos:

Mi hermano, pansinsal, ha publicado una entrada en su blog acerca de su boda. Con su permiso, no puedo resistirme a contarlo desde mi punto de vista. Estamos otra vez en mi zona íntima, y de lo que voy a contar esta vez la culpa no la tuve yo. De hecho, fui el salvador, el héroe... mejor os lo cuento.

Después de unos años de convivencia y cohabitación en el más absoluto de los pecados, mi hermano y mi cuñada decidieron firmar el papelito que los acreditaba como matrimonio.

La boda se iba a celebrar en el Ayuntamiento de Sevilla un viernes por la tarde. Esa semana yo estaba de vacaciones, así que me ofrecí a efectuar las gestiones que mi hermano creyese oportunas para darles un respiro, que había mucho que hacer y poco tiempo. El me pidió que fuese a tramitar el permiso para aparcar en la puerta del consistorio y tambien dejar fotocopias de los DNI de los novios y testigos.

Para poder acceder a la planta donde se tramita hay que pasar un control que sería la envidia de la NASA, incluyendo registro de pantalones vaqueros personalizado, porque una chapita pitaba en el dichoso arco de entrada. Tras aportar la documentación, y dejar también una fotocopia de mi DNI como gestor del trámite, logré completar casi tres horas haciendo cola y gestiones.

El día de la boda estábamos citados en casa de mis padres, en una localidad llamada Villanueva del Ariscal, a unos 40 minutos de Sevilla. Tal como cuenta en su blog, mi hermano se presentó con el coche lavado por fuera... y por dentro, con los asientos completamente empapados, y yo llevaba un traje impecable cuyo pantalón estaba completamente arrugado porque se me olvidó plancharlo. Situación ideal cuando quieres matar a tu madre de un infarto, porque con los rulos puestos debe planchar un pantalón, el traje del novio, buscar toallas para poder sentarnos en el coche, etc.

A toda prisa, con la hora pegada, salimos hacia Sevilla con mi madre convertida por nuestra culpa en el pitufo gruñón. Afortunadamente, el tráfico fue clemente con nosotros, tanto que tuvimos hasta tiempo de comprobar que el policía de la puerta llevaba un peluquín espantoso. Mi amigo Javi sugirió que el postizo parecía un gato muerto y decidimos hartarnos de sacarle fotos. Parece que aún lo veo sonreir como los famosillos de Sálvame ante tantísima cámara y posado.

Cuando llegó la novia, el concejal hizo pasar a los contrayentes y testigos a una pequeña sala donde se firmarían las actas. Yo acompañé a mi madre, segundo testigo y madrina de la ceremonia.

Por favor, los testigos que presenten sus documentos de identidad.

Niño, dile a tu padre que te dé mi DNI.

Voy fuera de la sala.

Papá, que dice mamá que me des su DNI.

Pues yo no lo tengo, que mire bien en el bolso.

Vuelvo a la sala.

Mamá, mira bien
.

Que no, que no está...

¿Ocurre algo, señora?

Estee, verá... que no traigo el DNI...

Señora, necesito ver su acreditación. Si vive cerca podemos ir haciendo la ceremonia y firmar luego, pero dentro de veinte minutos hay otra boda.

Verá, es que el carnet está en Villanueva del Ariscal. En veinte minutos no hay tiempo de ir y volver.

Pues lo siento, pero así no puede haber boda.

Y uno nunca es consciente de que el silencio pesa varias toneladas hasta que no se ve en una situación parecida.

El padre de mi cuñada, el padrino, tenía los ojos abiertos como platos, lo que en él era noticia porque habitualmente parece tener dos puñaladas en un melón en lugar de ojos. Mi hermano agachó la cabeza, mi cuñada se quedó del mismo color blanco del vestido.

Alguien preguntó si a última hora se podía sustituir a la madrina por otra persona.

Imposible, hay un registro previo de documentaciones. Lo lamento, tendrán que pedir cita para otro día...

Mother of the beautiful love ( Madre del amor hermoso en sevillanglish )

Mi madre nos miró a mi hermano y a mí, acusándonos con un dedo:

¡¡¡ La culpa es vuestra !!! el pantalón arrugado, el coche mojado... y se me olvida, claro, sois... sois... ¡ ay Dios mío !

Y cuando todo parecía perdido, me acordé de las gestiones que hice.

Perdón, señor concejal. Yo traje al Ayuntamiento la documentación de la boda y se quedaron con una copia de mi DNI... ¿Podría valer?

Pues claro. Eso si que vale.

Así que estampé mi firma donde ponía "2º testigo", entre suspiros de alivio y risitas nerviosas, convirtiéndome en la madrina de la boda de mi hermano. En las fotos aparece mi madre haciendo como que firmaba, pero es mi rúbrica la que figura en los certificados, la causa del enrojecimiento y vergüenza que asoló a mi madre y mi cuñada a lo largo de todo el reportaje fotográfico posterior. Mi hermano se lo tomó con buen humor.

Hicimos un juramento sagrado de silencio, con una validez mínima de veinte años, que tardó unos veinte minutos en ser violado por casi todos a la vez, porque un incidente así tiene su gracia cuando acaba bien y Javi da con la tecla de mi denominación a partir de ese momento.

Migue, si eres hombre y madrina a la vez, quizá el brindis adecuado sea... ¡Viva el madrino!

Y madrino se quedó.

Bueno, me quedé.

Besos a tod@s

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se algunas historias tuyas y siempre pensé que tu eras el especial de tu familia, pero NO todos teneis algo especial jajajaja.
Que pena de tu madre cuando la sustituistes :)
Para cuando vamos a verla??? Seguro que ya nos echa de menos.
Bsitos La hermana poseida ajajaj