martes, 13 de octubre de 2009

LA NEMESIS DE FERRARI


Hola, amigos:

Prensa y Televisión han conseguido que ya esté hasta las narices de Fernando Alonso y de Ferrari, supuestamente la mejor escudería del mundo. Como protesta os voy a contar la curiosa historia de la peor escudería que jamás haya pasado por la Fórmula 1.

Al principio tenía varias opciones, como un equipo llamado Life que intentó participar en el GP de Portugal de 1990 con un motor sujeto a la carrocería con cinta adhesiva, pero me lo he pensado mejor y voy a hablaros de la escudería Andrea Moda, cuyas mayores virtudes fueron la tacañería, la improvisación, el ridículo y un tufillo mafioso en el comportamiento de su dueño, cuyo cenit llegó cuando fue detenido por la policía en mitad de una carrera...

A finales de 1991, un joven italiano con largas patillas, gafas de sol y aires de playboy llamado Andrea Sassetti, propietario de una empresa del calzado con pinta de tapadera, hizo una inversión de ocho millones de libras esterlinas, y se quedó con un equipo de los malos llamado Coloni. Contrató a dos pilotos del montón llamados Alex Caffi y Enrico Bertaggia, bautizó a su equipo como Andrea Moda, pintó de negro los coches y se presentó en el primer Gran Premio de 1992, Sudáfrica.

Y comenzaron los problemas.

Se estableció una disputa entre el empresario italiano y la Federación Internacional sobre si, técnicamente, era o no un equipo debutante. La FIA decía que sí, y que debía abonar los 100.000 dólares de canon que se les exigía a los nuevos. Sassetti, con bastante morro, decía que Andrea Moda era una prolongación de la vida deportiva de Coloni, no un equipo debutante.

Pero la FIA no tragó y no solo volvió a reclamar el dinero, sino que le aclaró que no podía competir con un coche elaborado por una escuadra desaparecida. Debía fabricar un coche nuevo, desde cero, así que el equipo volvió a Italia sin poder participar. Por primera vez en la historia de la F1, dos máquinas quedaban oficialmente eliminadas por este motivo: “Impago del canon de habilitación”.

Con una enorme urgencia, Sassetti contactó con un ingeniero llamado Nick Wirth (muy atentos, que al final del post hay una sorpresita con este tipo). Tenían 15 dias para diseñar y fabricar un coche, que fue milagrosamente terminado a tiempo para la carrera de México. Pero hubo otro problema: la escudería reservó los billetes de avión para técnicos y pilotos, pero olvidó reservar el vuelo para los bólidos.

Aunque consiguieron billetes a toda prisa en vuelos posteriores, los coches llegaron tarde al circuito y los mecánicos no tuvieron tiempo de ensamblarlos. Por primera vez en la historia de la F1, dos máquinas
quedaban oficialmente eliminadas por este motivo: “Coche montado fuera de tiempo”.

Los pilotos no habían podido correr por segunda vez, pero lo que sí hicieron fue despotricar públicamente acerca de la poca seriedad de su patrón, que lejos de mostrarse conciliador los despidió de inmediato. Sassetti recurrió a los servicios del inglés Perry McCarthy y el italiano Roberto Moreno para conformar una curiosa pareja: por primera vez en la historia de la F1 los dos pilotos de una escudería eran completamente calvos.

En la siguiente carrera, el Gran Premio de Brasil, Moreno solo fue capaz de dar cinco vueltas, aunque no se clasificó. McCarthy ni siquiera pudo subirse al coche... porque en el equipo olvidaron tramitar su licencia para correr, un nuevo ridículo que le complicó enormemente la vida a Sassetti. A toda prisa, para que pudiese participar en la siguiente prueba, le consiguió la habilitación al inglés tras innumerables trámites y favores.

Y justo cuando tuvo tramitada la licencia de McCarthy, su ex-piloto Bertaggia volvió arrepentido besando sus pies, ofreciéndole un millón de dólares en patrocinadores a cambio de recuperar su asiento.


Con los ojitos brillantes, el empresario intentó despedir al inglés pero la FIA le advirtió que ya había agotado el cupo de cambios de piloto por temporada y que debía seguir con los que tenía, salvo lesión... o renuncia expresa de alguno. A partir de aquel momento, Sassetti le hizo la vida imposible al inglés para intentar coger el millón de dólares y mejorar un coche que era poco mas que una lata con ruedas.

En el GP de España,
Moreno solo pudo dar cuatro vueltas antes de que explotase el motor. Peor lo tuvo McCarthy, que en su esperado debut solo pudo rodar... 18 metros, aunque en el GP de San Marino tocó el cielo con la punta de los dedos al realizar su carrera más larga a los mandos de un Fórmula 1: siete vueltas seguidas. Con tiempos ridículos eso sí, aunque al menos se había dado el gusto. Nunca volvería a repetir nada semejante.

En Mónaco, durante los entrenamientos, McCarthy iba por su tercera vuelta cuando lo mandaron a los boxes. El coche de su compañero se había roto por enésima vez y necesitaba repuestos, así que su bólido fue utilizado para reponer las piezas que hacían falta.

Al acabar la carrera, por la noche, tuvo lugar un incidente bastante oscuro. Una discoteca de la costa italiana perteneciente a Sassetti, que recordemos estaba sospechosamente cerca de la mafia, sufrió un incendio. Mientras nuestro amigo escapaba de las llamas junto al resto de la gente, un hombre armado le disparó aunque falló. Tras este incidente se fueron varios de los patrocinadores, dejando el coche aún mas negro de lo que estaba.

Cuando llegó el GP de Canadá, el equipo se encontró con que no habían llegado los motores. Corrió el rumor de que Sassetti no le había pagado a tiempo al fabricante, pero el italiano le echó la culpa a British Airways, encargada del traslado aéreo de los motores, y la aerolínea se la echó al mal tiempo. Decía que el avión no pudo despegar debido a una tormenta. El caso es que Sassetti, sobrado de recursos y falto de la más elemental vergüenza, fue a pedirle prestado un motor a la escudería Brabham y lo instaló en el coche de Moreno, dejando así fuera de la carrera al británico.

Los Andrea Moda no estuvieron en el siguiente Gran Premio, el de Francia, debido a una huelga de camioneros que les impidió el paso al circuito de Magny Cours. Solo a ellos, debido a que el resto de los equipos sí hizo caso de la nota de aviso que les mandó la FIA. A la hora del conflicto ya estaban instalados en el circuito o utilizaron rutas secundarias alternativas.

Para el GP de Gran Bretaña los coches se presentaron completamente pintados de negro. Después de tantos ridículos, los patrocinadores que le quedaban a la escudería habían salido huyendo y encima olvidaron en Italia la pegatina con el propio nombre de la escudería. En esta carrera, con la pista seca y un sol de justicia, Moreno salió con neumáticos lisos y McCarthy con los de lluvia...

Estaba claro que el objetivo de Sassetti era exprimir al máximo las condiciones de Moreno y enloquecer al inglés para que renunciase.
En Alemania, misteriosamente, el bólido de McCarthy no dió el peso mínimo reglamentario y no fue habilitado para correr.

En Hungría, Sassetti consiguió un nuevo patrocinador pero siguió con su obsesión de perjudicar a McCarthy y lo mandó a preclasificar solo 45 segundos antes del final de la tanda. La FIA comenzó a tomar cartas en el asunto y amonestó a la escudería Andrea Moda por su comportamiento.

Haciendo caso omiso de las advertencias, para el GP de Bélgica los mecánicos instalaron en el coche del inglés un sistema de transmisión que Moreno había descartado por estar defectuoso. El resultado no se hizo esperar: nada más salir del garage, el coche de McCarthy sufrió un fallo en la dirección y se estrelló contra las protecciones al llegar a Eau Rouge, una de las curvas más peligrosas del calendario.

El británico no tuvo tiempo de pedirle explicaciones a su patrón. Mientras regresaba al box, Andrea Sassetti fue detenido por la policía belga a petición de la Interpol, en plena calle de boxes, denunciado por fraude, corrupción y varios delitos fiscales, aunque veintricuatro horas más tarde, tras pasar la noche en la cárcel, el empresario fue liberado.

El equipo se presentó en Monza para disputar el GP de Italia, pero la FIA ya estaba hasta las narices y decretó su expulsión del Mundial de Fórmula Uno a falta de cinco carreras, por llevar al deporte hacia el “descrédito”, acabando así con
la andadura de un equipo deliciosamente sórdido.

Y ahora... ¿os acordais del ingeniero que diseñó y construyó la lata con ruedas? Os lo recuerdo: Nick Wirth.

En el año 1993 este amiguete se asoció con el español Adrián Campos para crear la escudería Bravo F1, compuesta por nada menos que... 5 personas: Wirth, Campos y tres mecánicos. La FIA desestimó su petición para competir, calificando gráficamente el proyecto como "basura".

Y aún hay más. La próxima temporada habrá tres equipos nuevos. De ellos, hay dos que a priori parecen muy interesantes: Manor Grand-Prix, con... Nick Wirth como director técnico y Campos-Meta, con... Adrián Campos como dueño.

Estoy ansioso y expectante por ver si alguno bate el récord de sordidez de Andrea Moda. Yo apuesto por Campos-Meta
. Estoy convencido de que solo los españoles somos capaces de amenazar semejante marca.

Besos a tod@s

No hay comentarios: