Hola, amigos:
Ya hemos conocido a la peor escudería de la historia, a la espera de ver que hacen los españoles de Campos-Meta el año que viene. Ahora quiero abusar de vuestra paciencia al principio del post para recompensaros al final con una historia de lo más curiosa, donde conoceremos al peor piloto que jamás haya pisado un circuito de F1.
Empezamos con la némesis de Fernando Alonso.
La cosa está entre un italiano y un japonés, aunque la mayor parte de los expertos se decantan por el nipón. Y yo también.
El italiano se llamaba Andrea de Cesaris, apodado "Andrea de Crasharis" (crash viene a significar rotura-accidente en inglés) y considerado el piloto más peligroso de la historia. En 1981 logró romper nada menos que 18 coches a lo largo de un campeonato que constaba de 16 carreras. Ostenta un gran récord absoluto: De 208 grandes premios disputados abandonó en 148, la inmensa mayoría por accidentes. Jamás ganó una sola carrera a pesar de pilotar para escuderías como McLaren.
El japonés, mi favorito, se llamaba Takachiho "Taki" Inoue. Nuestro amigo corrió sólo un año en la escudería Arrows, sin pena ni gloria. De diecisiete carreras solo terminó cinco, todas en última posición. En Alemania ni siquiera llegó a competir, su bólido lo dejó tirado antes de la salida. El resto del balance: dos accidentes, dos incendios y multitud de averías. Un currículum pésimo pero no muy diferente del de otros malos pilotos ya que no tenía precisamente el mejor coche.
Lo que lleva a nuestro amigo a ser distinto es la naturaleza de los accidentes que tuvo.
Es frecuente sufrirlos peleando por adelantar a un rival, o buscando el límite de la pista, pero los dos accidentes de Inoue fueron muy peculiares. En una ocasión fue embestido por un "Safety Car", el coche de seguridad encargado de ralentizar la carrera cuando hay un accidente. En otra, fue atropellado por la ambulancia que venía a auxiliarle.
Vamos por partes.
1995. Gran premio de Mónaco. La carrera con más glamour y dinero. Era la quinta carrera y nuestro amigo Inoue ya estaba siendo fuertemente criticado por su manifiesta mediocridad. En los entrenamientos del sábado tuvo un problema con los frenos y se paró en un lateral del circuito.
Lo normal era que abandonase el coche para que lo retirasen de la pista, pero Inoue se empeñó en que lo remolcaran hasta el box. Taki no salió del coche, se quitó el casco y oyó el griterío de la gente alrededor suyo. Todo el mundo lo estaba mirando, haciéndole fotos y gritando su nombre. Inoue sonrió y empezó a saludar, hasta que se dio cuenta de que no le estaban rindiendo homenaje, sino que se estaban cachondeando al ver un bólido remolcado a 20 Km/h por una grua.
Avergonzado, se puso el casco de nuevo.
Menos mal.
En una época donde las comunicaciones eran bastante menos sofisticadas que ahora, nadie avisó al Safety Car de que el coche de Inoue no había sido retirado, sino que estaba siendo remolcado. Justo al salir de una curva se lo encontró en medio de la pista, no tuvo tiempo de reaccionar y embistió por detrás al japonés con tal fuerza que el bólido volcó y aterrizó boca abajo, encima de la cabeza de nuestro amigo.
Si la vergüenza no le hace tener el casco puesto quizá hubiese muerto y nos hubiéramos perdido su gesta de Hungría.
1995. Gran Premio en Hungaroring. En plena carrera, el coche de Inoue salió ardiendo. Poca cosa, porque nuestro amigo estaba acostumbrado a que su bólido se quemase, explotase o lo dejase tirado, de modo que salió tranquilo. A partir de aquí es difícil decidir de quién fue la culpa.
El coche no se había parado en el mejor de los lugares, eso es cierto.
Taki no debería estar revoloteando alrededor de su coche, eso también es verdad.
Pero la ambulancia debió de ir con un poco mas de cuidado.
El conductor no calculó bien lo resbaladizo del terreno. Cuando Taki hizo un quiebro y volvió hacia el monoplaza, no pudo frenar a tiempo y lo atropelló de modo que nuestro amigo aterrizó encima del capó y se rompió una pierna, en una de las escenas más ridículas de la historia de las carreras.
Aquí unas fotos:
Aquí un enlace con el histórico momento. Lo siento pero no sé ponerlo en la web, para verlo, copiad y pegad en el navegador, que no tiene desperdicio.
http://www.dailymotion.com/video/x2un7_pas-de-bol_autoYa hemos conocido a la peor escudería de la historia, a la espera de ver que hacen los españoles de Campos-Meta el año que viene. Ahora quiero abusar de vuestra paciencia al principio del post para recompensaros al final con una historia de lo más curiosa, donde conoceremos al peor piloto que jamás haya pisado un circuito de F1.
Empezamos con la némesis de Fernando Alonso.
La cosa está entre un italiano y un japonés, aunque la mayor parte de los expertos se decantan por el nipón. Y yo también.
El italiano se llamaba Andrea de Cesaris, apodado "Andrea de Crasharis" (crash viene a significar rotura-accidente en inglés) y considerado el piloto más peligroso de la historia. En 1981 logró romper nada menos que 18 coches a lo largo de un campeonato que constaba de 16 carreras. Ostenta un gran récord absoluto: De 208 grandes premios disputados abandonó en 148, la inmensa mayoría por accidentes. Jamás ganó una sola carrera a pesar de pilotar para escuderías como McLaren.
El japonés, mi favorito, se llamaba Takachiho "Taki" Inoue. Nuestro amigo corrió sólo un año en la escudería Arrows, sin pena ni gloria. De diecisiete carreras solo terminó cinco, todas en última posición. En Alemania ni siquiera llegó a competir, su bólido lo dejó tirado antes de la salida. El resto del balance: dos accidentes, dos incendios y multitud de averías. Un currículum pésimo pero no muy diferente del de otros malos pilotos ya que no tenía precisamente el mejor coche.
Lo que lleva a nuestro amigo a ser distinto es la naturaleza de los accidentes que tuvo.
Es frecuente sufrirlos peleando por adelantar a un rival, o buscando el límite de la pista, pero los dos accidentes de Inoue fueron muy peculiares. En una ocasión fue embestido por un "Safety Car", el coche de seguridad encargado de ralentizar la carrera cuando hay un accidente. En otra, fue atropellado por la ambulancia que venía a auxiliarle.
Vamos por partes.
1995. Gran premio de Mónaco. La carrera con más glamour y dinero. Era la quinta carrera y nuestro amigo Inoue ya estaba siendo fuertemente criticado por su manifiesta mediocridad. En los entrenamientos del sábado tuvo un problema con los frenos y se paró en un lateral del circuito.
Lo normal era que abandonase el coche para que lo retirasen de la pista, pero Inoue se empeñó en que lo remolcaran hasta el box. Taki no salió del coche, se quitó el casco y oyó el griterío de la gente alrededor suyo. Todo el mundo lo estaba mirando, haciéndole fotos y gritando su nombre. Inoue sonrió y empezó a saludar, hasta que se dio cuenta de que no le estaban rindiendo homenaje, sino que se estaban cachondeando al ver un bólido remolcado a 20 Km/h por una grua.
Avergonzado, se puso el casco de nuevo.
Menos mal.
En una época donde las comunicaciones eran bastante menos sofisticadas que ahora, nadie avisó al Safety Car de que el coche de Inoue no había sido retirado, sino que estaba siendo remolcado. Justo al salir de una curva se lo encontró en medio de la pista, no tuvo tiempo de reaccionar y embistió por detrás al japonés con tal fuerza que el bólido volcó y aterrizó boca abajo, encima de la cabeza de nuestro amigo.
Si la vergüenza no le hace tener el casco puesto quizá hubiese muerto y nos hubiéramos perdido su gesta de Hungría.
1995. Gran Premio en Hungaroring. En plena carrera, el coche de Inoue salió ardiendo. Poca cosa, porque nuestro amigo estaba acostumbrado a que su bólido se quemase, explotase o lo dejase tirado, de modo que salió tranquilo. A partir de aquí es difícil decidir de quién fue la culpa.
El coche no se había parado en el mejor de los lugares, eso es cierto.
Taki no debería estar revoloteando alrededor de su coche, eso también es verdad.
Pero la ambulancia debió de ir con un poco mas de cuidado.
El conductor no calculó bien lo resbaladizo del terreno. Cuando Taki hizo un quiebro y volvió hacia el monoplaza, no pudo frenar a tiempo y lo atropelló de modo que nuestro amigo aterrizó encima del capó y se rompió una pierna, en una de las escenas más ridículas de la historia de las carreras.
Aquí unas fotos:
Aquí un enlace con el histórico momento. Lo siento pero no sé ponerlo en la web, para verlo, copiad y pegad en el navegador, que no tiene desperdicio.
Nuestro amigo aún intentó competir la temporada siguiente, pero no lo logró. Nunca más volvió a subirse a un Fórmula 1.
Besos a tod@s
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