jueves, 27 de noviembre de 2008

DOS HISTORIAS CURIOSAS

Hola, amigos:

En los comentarios de un post pasado, una amiga me dedicaba por primera vez desde que nos conocemos unas palabras bonitas, algo así como "eres el rey de las historias". Diréis que me conformo con poco, pero es que hay que pedir a cada persona en función de lo que puede dar, y en el caso de esta amiga, acostumbra a pegar cuando se le dicen cosas bonitas, así que la frase es todo un piropazo. Y es de las pocas que se dignan a escribir comentarios, cosa que le agradezco públicamente. También a tí, mi anónimo favorito, mi "wanker".

Bien es verdad que el halago iba con condiciones, porque para que el piropo fuese efectivo las historias debían ser mías o retenidas por mi memoria, y lo cierto es que eso sólo se cumple a medias, en el sentido de que las historias las recuerdo, pero para escribirlas en este blog me documento y las refresco buscando más información. Por eso cito las fuentes cuando procede.

En el proceso de recopilar esa información me voy topando con nuevas historias, que amplío en otras páginas, que tienen otras historias... y así se forma un bucle en el que finalmente selecciono las que me gustan más. Hoy publico dos que encontré en ese proceso y que me han parecido muy curiosas. Vamos.

La gente honrada de Middleton.

Midleton es una pequeña localidad del estado de Tennessee (Estados Unidos). En los últimos días de febrero de 1952 se vió convulsionada por un asalto organizado por un atracador llamado Henry Bondurant que pistola en mano redujo al cajero de un balazo, acojonó a cuanto rival se le cruzó por el camino y saqueó la caja fuerte que guardaba más de 18.000 dólares. Bondurant salió del banco con el botín, pero el tiro alertó a todo el pueblo y también a la policía, que fué tras él.

Un agente alcanzó de un disparo las ruedas del coche donde el ladrón se fugaba y éste se vio obligado a bajarse y salir corriendo. Fué rápidamente alcanzado pero, al caer al suelo para ser detenido, una gran cantidad de billetes y monedas se esparcieron por la calzada. El vecindario se puso a recoger el dinero para devolverlo al banco, que no era una sucursal de una entidad, sino un banco local, porque muchas personas tenían puestos sus ahorros allí. Lo increíble fué que, al contar el dinero recuperado, la suma final era superior a la que había antes del atraco en 80 centavos.

Fué la primera vez en la historia que un banco obtuvo ganancias después de un asalto y la constatación de que la gente de Middleton era tan honrada como pregonaba.


La frase de Neil Armstrong


Cuando el astronauta Neil Armstrong pisó por primera vez la luna, no sólo dijo su famosa frase, "Un pequeño paso para el hombre, un enorme salto para la humanidad", sino que después hizo varios comentarios, los usuales de comunicación entre él, los otros astronautas y el centro de control. Sin embargo, justo al volver a la cápsula dijo algo enigmático:

- Buena suerte, señor Gorsky.

Mucha gente de la NASA pensó que sería un comentario casual acerca de algún cosmonauta soviético rival. Sin embargo, tras comprobarlo, no se encontró ningún Gorsky en ningún programa espacial, ni ruso ni norteamericano. Años después, al publicar la NASA las transcripciones de las conversaciones, mucha gente interrogó a Armstrong acerca del significado de su comentario "Buena suerte, señor Gorsky", pero se limitaba a sonreír siempre, sin decir nada.

El 5 de julio de 1995, en Tampa Bay, Florida, tras un discurso, cuando estaban en una charla informal, un periodista sacó a relucir la famosa pregunta de 26 años de antigüedad. Neil Armstrong dijo que en su día tuvo que explicarlo ante una comisión de investigación de la propia NASA para evitar problemas y pidió discreción. Ahora ya podía responder a la pregunta, ya que tanto el sr. Gorski como su esposa habían muerto. Y esta es la explicación:

"Cuando era niño y mi sueño de ser astronauta era solo eso, un sueño, estaba jugando al beisbol en el patio trasero de mi casa con un amigo. Éste golpeó una bola con fuerza y la hizo aterrizar en el jardín de mis vecinos, el señor y la señora Gorsky, justo bajo la ventana de su dormitorio.

Cuando me inclinaba a recoger la pelota, oí a la señora Gorsky gritarle al señor Gorsky:- ¡¿Sexo oral?! ¡¿Quieres sexo oral?! ¡Después de lo que has hecho tendrás sexo oral cuando el hijo del vecino se pasee por la luna!

Y lo acababa de hacer, así que pensé que Mr. Gorski ya podía vover a la carga, aunque nunca supe si logró su objetivo."

Besos a tod@s menos a una, porque mi anónimo wanker se ha identificado y lo he perdonado.



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