martes, 17 de febrero de 2009

REY POR UN DIA

Hola, amigos:

Hoy vamos a hablar de Babilonia. A muchos os suenan los Jardines Colgantes o el rey Nabucodonosor, que aparece en la Biblia, inspira la ópera "Nabucco" de Verdi y da nombre a aquellos pequeños obreros incansables de Barrio Sésamo, los "nabucodonosorcitos", pero hoy hablaremos de una costumbre muy curiosa que tenían: nombrar rey por un día a una persona en año nuevo y de como acabaron con esa tradición. Otro día hablaremos de un rey llamado Hamurabi, que instauró el código que lleva su nombre y es la base de la parte jurídica de la Torá, el Antiguo Testamento y el Corán, aquello del "ojo por ojo".

Babilonia fue fundada por una agrupación de tribus. En un ejercicio de democracia anterior a los griegos, elegían un Jefe Supremo que podía ejercer su mandato durante un máximo de doce meses, y no podía ser reelegido de inmediato, debía esperar al menos un mandato de otro. Con el tiempo, algún avispado intentaría ser reelegido o dar un golpe de estado, de manera que la ceremonia de dejar el cargo pasó a convertirse en un curioso ritual para permanecer en el trono.

El monarca elegía a una persona, lo nombraba Rey al amanecer del día y lo mandaba matar al alba del día siguiente. De esta forma le faltaba un día para los doce meses y los mandatos no eran consecutivos. La única cosa que estaba obligada a hacer el rey por un día era proteger al rey legítimo, que le había designado y le sucedería al día siguiente, pudiendo disfrutar de todos los placeres, incluyendo el harén real. Por su parte, el rey legítimo debía ocuparse de los quehaceres y obligaciones habituales que tenía el elegido.

Eso daba pie a situaciones muy ventajosas, porque solía escoger para su puesto a un rival político, que al morir dejaba de molestar, o algún ricachón al que robar todo su dinero, además de asegurarse la lealtad de toda la corte para evitar ser objeto del "honor" por parte del Rey.

En el reinado de Erra-Imitti, el afortunado rey por un día fue el jardinero real, Enlil-Bani. Al parecer tenía una hija que era un cañón, muy del agrado del rey, que antes de tomarla por concubina quería "probarla". Con el jardinero por un día Erra-Imitti a su derecha, el rey por un día Enlil-Bani dirigió los festejos que conducirían a su propia muerte y al caer la noche cada cual se fue a su lecho, el habitual rey con la hija del habitual jardinero, y éste con el harén del habitual rey.

Por la mañana, el rey por un día Enlil-Bani fue llevado al templo para su sacrificio, pero cuando el jardinero por un día Erra-Imitti debía aparecer para sucederle, retomando así su reinado, aparecieron unos mensajeros diciendo que éste había sido hallado muerto en el lecho.

Ante la conmoción de la corte, los sacerdotes interpretaron que el sacrificio había sido realizado, lo que conllevó que el pobre y asustado rey por un día mantuviera la vida y el cargo durante el resto de su existencia.

No se sabe cómo murió el rey Erra-Imitti, posiblemente de un infarto al gozar de una hembra tipo Elsa Pataky, posiblemente asesinado, lo que sí se sabe es que los sacerdotes "asesoraron" al jardinero-rey durante todo su mandato, certificaron la voluntad del dios Baal de acabar con el ritual y gobernaron de facto 24 años, los que tardó en morir Enlil-Bani, el segundo mandato más largo de la historia de Babilonia.

No está mal para un jardinero condenado a muerte.

Mucho más tarde llegaría al poder Hammurabi y luego Nabucodonosor, pero esa es otra historia.

Besos a tod@s



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